Dejar de fumar es, sin duda alguna, una de las tareas más arduas que se pueden llevar a cabo. Es justo decir, por tanto, que no es fácil, requiere su tiempo y se necesita mucha fuerza de voluntad y motivación para hacerlo. Si bien es cierto, cada vez son más los métodos y terapias que se pueden realizar para conseguirlo.
Dejar de fumar más fácilmente con una terapia de adicciones
El fumar es una adicción, pero es posible dejarlo. Esto es debido a que la nicotina, principal compuesto adictivo del cigarrillo, es un neurotransmisor que genera una dependencia en nuestro sistema nervioso. Ante la falta de esta, nuestro cuerpo se manifiesta pidiendo más en forma de nerviosismo, mal humor…
Por esto, lo más recomendable a la hora de dejar de fumar es asistir a una terapia de adicciones, en la cual diferentes profesionales, como psicólogos, médicos o enfermeros así como otros usuarios, nos ayudarán a vencer esta adicción.
En primer lugar se necesita convicción. Para ello no es necesario querer dejar de fumar en el momento actual, sino contemplarlo de cara a un futuro cercano. La simple presencia de un pequeño anhelo es suficiente para iniciar el proceso.
A partir de aquí es cuando se recomienda iniciar la terapia. Como se ha mencionado con anterioridad, esta se basa en el apoyo de profesionales y usuarios que han pasado por los mismos momentos de ansiedad y necesidad, pero también se pueden emplear diferentes fármacos en aquellos casos en los que la terapia psicológica no sea suficiente.
Dentro de los fármacos existen diversas opciones sustitutas de la nicotina del cigarrillo como son los chicles, los parches, las pastillas de nicotina o los sprays orales. También hay opciones exentas de nicotina.
Como ves, existen diversas opciones que te facilitarán el camino para dejar de fumar. Toma la decisión y encamínate a la libertad.