Muchas personas tienen problemas para conciliar el sueño en algún momento de su vida, o bien despiertan temprano y no pueden volver a dormir. Si es ocasional, el insomnio no es grave, pero es preocupante si tenemos estos problemas más de 2-3 veces a la semana. En cualquier caso, mantener una adecuada higiene del sueño es clave para tratar y prevenir el insomnio.
¿Por qué el sueño es tan importante?
El sueño sirve para la recuperación tanto física como psicológica de nuestro organismo. Por eso, si no podemos dormir es muy probable que experimentemos síntomas físicos como cansancio, mareos y bajada de defensas; como psicológicos, como dificultad para concentrarnos, ansiedad o depresión.
La importancia de la higiene del sueño
Tener un correcto horario de sueño es fundamental. Lo ideal es dormir por la noche y mantenerse despierto por el día. Si es necesario, se puede hacer una breve «siesta» de como mucho veinte minutos, sobre todo en condiciones de cansancio o mucho calor.
Si un horario de trabajo nocturno impide seguir este ritmo natural y obliga a dormir de día, es recomendable acostarse con la habitación lo más oscura posible y mantener siempre el mismo horario de sueño.
Actividad de día, relajación de noche
Una hábitos correctos de sueño no solo implican la hora de irse a dormir. Incluso aunque el día anterior no se haya dormido bien, y mantenerse activo física e intelectualmente durante el día permitirán un mayor descanso de noche.
En cambio, es recomendable no hacer deporte las dos últimas horas antes de dormir y seguir un ritual relajante antes de acostarse como leer, ver una película o tomar un baño caliente. No se deben realizar comidas copiosas ni beber más de una bebida alcohólica antes de dormir.
Ante todo, no hay que preocuparse. Solo si es imposible dormir incluso con una higiene del sueño adecuada, se debería consultar a un especialista.