Dejar de fumar es difícil para muchas personas. Esto se debe a que es una adición. Hasta hace no tantos años, el tabaco no era visto como algo negativo. De hecho, incluso se llegó a considerar saludable en momentos concretos de la historia. Sin embargo, a día de hoy, está claro que esta costumbre puede encadenar problemas pulmonares, así como provocar cáncer de pulmón o laringe. Además, es un hábito totalmente insalubre que mancha los pulmones y va menguando la capacidad de estos. Quien quiera, que lo deje.
¿Cómo dejar de fumar?
Teniendo en cuenta que es una costumbre aditiva, para abandonar el tabaco, las personas fumadoras necesitan ayuda psicológica. No se trata de un hábito o manía, sino de una necesidad que experimentan los que llevan sujetos al cigarrillo muchos años. Por lo tanto, el cambio no debe hacerse a nivel físico (coger o no coger el tabaco en la mano). Al contrario, la modificación debe ser mental.
Para superar una adición, las terapias psicológicas son lo mejor. Sobre todo, cuando cuentan con profesionales especializados en el área de las adiciones. El tabaco es una de las adiciones que más rápido se dejan, pero en la que los fumadores vuelven a caer una y otra vez. Es muy accesible, legal y económico. Por eso, el cambio debe realizarse de manera permanente, para no volver nunca más. ¿Cómo?, cuidando tu salud mental.
Aquellas personas que quieran dejar de fumar con ayuda, no están solas. Pueden acudir a nuestro gabinete psicológico especializado en adiciones, en donde nos aseguraremos de que el cambio sea efectivo. No creemos en la magia, sino en el trabajo. Esto es lo que permite que las personas recuperen sus vidas sin seguir bajo las faldas de su adicción. Podemos ayudar a dejar el tabaco a las personas que realmente quieran implicarse en abandonar este tóxico de sus vidas y mejorar su salud.