Los fumadores habituales pueden tener mayores riesgos de sufrir problemas de salud a largo plazo, por eso dejar de fumar cuanto antes es la mejor solución. Más vale prevenir que curar, así que los enganchados al cigarrillo deben esforzarse al máximo porque seguir fumando no trae consigo nada bueno.
Solo provoca perjuicios que en un futuro pueden derivar en graves enfermedades. Las consecuencias llegan a ser mortales, según las estadísticas. Por eso, tener fuerza de voluntad para dejar de fumarya y ponerse en manos especialistas ayuda a superar la adicción.
Beneficios de abandonar el tabaco
En temas de salud, se consigue progresivamente mejorar ciertas consecuencias de fumar. Conforme avanzan las semanas y meses se obtiene una mejor calidad de vida, dormir mejor, tener menos estrés, reducir la presión arterial, mantener la temperatura corporal adecuada y mucho más.
En las primeras ocho horas, los niveles de monóxido de carbono y oxígeno se reducen a estado normal. Luego, a los dos días de haberlo dejado, ya se empiezan a regenerar las terminaciones nerviosas, así como se normalizan los sentidos de olfato y gusto. Disminuye igualmente el riesgo de sufrir un ataque cardíaco súbito.
Entre las dos semanas y los tres meses sin fumar, mejora la circulación y los pulmones trabajan mucho mejor. Y a los nueve meses, todos los síntomas vinculados al consumo de tabaco van mejorando (respiración, congestión nasal, tos, ataques de asma, fatiga, etc). Pasados cinco años, el ex fumador tiene menores probabilidades de padecer cáncer de boca, garganta, esófago e incluso vejiga. Transcurridos diez años, los riesgos de morir por cáncer pulmonar se reducen a la mitad.
El abandono de la adicción tiene grandes beneficios para las mujeres embarazadas, en los dientes o en la piel. Por tanto, dejar de fumar con ayuda profesional psicológica es más fácil y toda una garantía para disfrutar de una vida más saludable.