Si quieres dejar de fumar existen muchos métodos recomendados para lograrlo. Entre ellos están el uso de suplementos de hierbas y dietéticos, la hipnosis, los cigarrillos electrónicos y las terapias de integración mente-cuerpo como el yoga o el mindfulness. Además, existe otro método al que puedes recurrir y es el láser frío.
Láser para dejar el tabaco
Entre las terapias que te darán resultado está el láser de frecuencia especial que es emitido por un diodo de baja potencia, por lo que también se llama láser frío. La adicción a la nicotina, como la que ocurre con cualquier otra droga, crea un estado de ansiedad que es difícil de tolerar.
¿Cómo se administra?
Si quieres someterte al tratamiento con láser, deberás acudir a la consulta habiendo dejado de fumar por tres horas. Al comenzar, tendrás una conversación sobre los hábitos de vida saludables y, a continuación, se utiliza el láser para estimular determinados puntos en el organismo. Estos están ubicados en la cabeza, en el antebrazo derecho y en el pecho y son en total 28.
Puede ser posible que a los 8 días necesites una sesión de refuerzo y que esta sea la última, o que te haga falta alguna más para dejar totalmente el hábito. En otros casos, se logra cesar el tabaquismo desde el primer momento. La duración de cada una es de aproximadamente 45 minutos.
Efectos del tratamiento
Los pacientes explican que después de la primera sesión la ansiedad ha disminuido notablemente. De la misma manera, efectos relacionados con el síndrome de abstinencia por falta de nicotina, como la depresión y el insomnio también han cesado. El deseo por fumar desaparece y el tabaco es simplemente olvidado.
Para dejar de fumar puedes recibir esta terapia que te ayudará. Recuerda que todas las organizaciones de salud a nivel mundial recomiendan hacerlo lo antes posible.