El sueño es un proceso restaurador físico y psicológico. Es esencial para el ciclo humano y  un factor que determina el estado de salud de los individuos.

En la actualidad, se estima que hasta un 60% de la población mundial sufre insomnio de diversas formas. En muchas ocasiones es producido por la ansiedad, pero la realidad es que ambos aspectos se alimentan mutuamente de forma recíproca, la ansiedad conlleva insomnio y la falta de sueño y descanso aumenta de manera exponencial la ansiedad. 

EL INSOMNIO PUEDE CLASIFICARSE COMO:

Según su duración:

  • Agudo o transitorio: Dura 2-3 días y a continuación desaparece. Suele aparecer relacionado con situaciones estresantes no habituales como exámenes, viajes o trabajo. No se recomienda tratamiento.
  • De corta duración: Dura un máximo de 4 semanas y se relaciona con situaciones estresantes de mayor duración o gravedad, problemas familiares, económicos, laborales, etc.
  • Crónico o de larga duración: Dura más de 3 semanas o un mes. Sus causas son múltiples y muchas veces no están claras. Para muchos se trataría del verdadero insomnio.

Según su intensidad: 

  • Leve o ligero: Se presenta casi cada noche, pero se asocia con un deterioro mínimo de la calidad de vida.
  • Moderado: Se sufre cada noche. Se relaciona con un deterioro moderado de la calidad de vida y se observan síntomas asociados como irritabilidad, ansiedad, fatiga, etc.
  • Grave: Al igual que el anterior, tiene lugar cada noche y se relaciona con un deterioro moderado de la calidad de vida, pero en este caso los síntomas asociados se presentan con una intensidad mayor.

Según como se presente: 

  • De conciliación: Cuando se tarda más de 30 min en conciliar el sueño.
  • De mantenimiento: Cuando el sueño se ve interrumpido durante la noche y hay dificultad para volver a conciliarlo.
  • De despertar precoz: El individuo se despierta antes de lo normal. Es el más frecuente en ancianos y en pacientes con depresión.

El insomnio impide la recuperación que el cuerpo necesita durante el descanso nocturno, produciendo somnolencia diurna, baja concentración e incapacidad para sentirse activo durante el día. Normalmente se acompaña de síntomas como irritabilidad, ansiedad, palpitaciones o memoria escasa, entre otros. 

TERAPIA LÁSER PARA EL INSOMNIO:

La terapia láser para el tratamiento del insomnio, actúa de forma equilibrada tratando los diferentes puntos específicos y estimulándolos para obtener resultados óptimos. Tiene efecto calmante en el sistema nervioso y con el tiempo, ayuda a corregir los desequilibrios que causan insomnio sin causar daños en el organismo. Gracias a este tipo de terapias se acaba con la necesidad de vivir medicado. 

En StopTabaco estamos especializados en este tipo de terapias, si tienes alguna duda o quieres acabar con tus problemas de sueño, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros! ¡Estaremos encantados de atenderte!