¿Quién no ha pensado en dejar de fumar alguna vez? Con total seguridad se puede 
afirmar que al menos un ochenta por ciento de los fumadores ha fantaseado con la idea de abandonar ese vicio al menos en un par de ocasiones a lo largo de su vida.
Es cierto que lo que todo el mundo comenta es bastante desalentador. Quien más o quien menos ha escuchado alguna vez lo difícil que resulta dejarlo, la ansiedad que produce, los kilos de más que ha ganado… ¡Ciertamente desalentador!
Sin embargo, tenemos buenas noticias. Para dejar de fumar, solo hay que quererlo, pero quererlo de verdad. Existen diferentes métodos que, con un poco de fuerza de voluntad, conseguirán que la persona abandone definitivamente este hábito tan poco saludable.
Métodos para dejar de fumar
Si una persona quiere dejar de fumar, puede optar por diferentes métodos y también puede decidirse por dejar los cigarrillos de golpe o progresivamente.
- Terapia Laser, terapia antitabaco totalmente natural, inocua e indolora, que carece de efectos secundarios.
- Parches de nicotina: son unas pequeñas pegatinas que se colocan en la piel y que van liberando nicotina a lo largo de la jornada para evitar que la persona sufra el llamado síndrome de abstinencia.
- Chicles de nicotina: funcionan de la misma manera que los parches, ya que contienen nicotina. Cuando la persona siente la necesidad imperiosa de fumar, tiene que masticar uno de los chicles. Con este método, además de calmar el ansia de la nicotina, se consigue “engañar” al cerebro al estar masticando algo.
- Cigarrillos electrónicos: son aparatos que simulan un cigarro, pero que no contienen las sustancias del mismo, por lo que no son tan dañinos. Pueden combinarse con parches para un efecto óptimo.
- Hipnosis: se trata de que la persona sienta en el subconsciente que no necesita fumar más.
Como hemos comentado anteriormente, lo más importante para dejar de fumar es querer dejarlo y poner todo el empeño en que así ocurra.