Es innegable que la COVID-19 llegó para cambiar la forma de vida, las interacciones sociales y, posiblemente, el futuro. Pero también es una realidad que el cuerpo y la mente no son inmunes a estos cambios tan drásticos en el día a día. El estrés ha hecho aparición de manera alarmante, especialmente cuando una persona cercana fallece o incluso si sufres en carne propia la enfermedad.

Precisamente, el trastorno de estrés postraumático ha afectado tanto a familiares de personas que han fallecido o sobrevivido después de infecciones graves por la pandemia, como los propios pacientes o aquellas personas cuya movilidad fuera de la casa se ha visto totalmente limitada.

¿Por qué la COVID-19 puede causar este tipo de trauma?

El trastorno se presenta en personas que han vivido acontecimientos muy traumáticos. Se origina debido a que el sistema nervioso se activa de forma irregular y a que se crea una conducta que evita estímulos que se relacionan con el trauma.

En el caso concreto de la pandemia, el desconocimiento de cómo puede actuar en tu cuerpo el virus (desde ser asintomático hasta afectarte en múltiples órganos o incluso causarte la muerte) puede causarte dicho estrés postraumático. Este se presenta con la experimentación del acontecimiento traumático, la reproducción de recuerdos recurrentes, las pesadillas o un estadio de vigilancia excesiva. Estas consecuencias pueden hacer que se sufran malestares psicológicos muy intensos.

El nerviosismo causado por un suceso aterrador es determinante, especialmente cuando es un suceso repentino e inesperado que llega en un momento en el que te encontrabas perfectamente. Si esto se traduce en un deceso, los problemas de nervios o ansiedad serán más intensos de lo habitual.

Si sufres de estrés postraumático a causa de la COVID-19, puedes acudir al consultorio de Stopaltabaco Málaga. Allí, un equipo de especialistas trabajará para que la mente y el cuerpo sanen poco a poco.